
Por qué hay que verla
El tercer largometraje de Carla Simón, tras Alcarràs y Estiu 1993, cuenta la historia de Marina (18 años), adoptada desde muy pequeña, que viaja a Vigo para encontrarse por primera vez con la familia de su padre biológico. Su llegada trae de vuelta un pasado ya enterrado. Guiada por el diario de su madre y a través de una conexión especial con su nuevo primo, Marina descubrirá las heridas familiares y podrá por fin revivir la memoria fragmentada de unos padres de los que apenas tiene recuerdos.
En palabras de Carla Simón, «Romería es una película sobre la memoria, los momentos familiares esquivos que tal vez nunca comprendamos del todo. Intenté reconstruir la historia de mis padres a través de los recuerdos de mi familia y de quienes los conocieron, pero fracasé. La naturaleza inherentemente fragmentada de la memoria juega un papel importante, pero el principal obstáculo es el estigma que rodea al SIDA, que nubla estos recuerdos. ¿Podemos fabricar nuestros propios recuerdos cuando no existe ninguno? Esta historia pretende recuperar el legado de una generación olvidada que sufrió la doble consecuencia de la adicción a la heroína y la aparición de un nuevo virus. Esta es una parte de la memoria histórica de España que merece ser revisada.»