Por qué hay que verla
El director francés Edoaurd Bergeon tras el éxito de su anterior film, En nombre de la tierra, estrena esta película que es una denuncia sobre la producción del aceite de palma. Para el cineasta: «más allá del bajo costo de producción del aceite de palma, lo que realmente está en juego es lo que se esconde detrás de la promesa de los «combustibles verdes» que en realidad no ofrecen nada sostenible para el planeta, ni para los seres humanos. Este «milagro ecológico» se basa en uno de los cultivos más ecocidas del planeta, el de la palma de aceite. Producir este aceite en el otro extremo del mundo resulta ser un desastre ecológico. Implica una deforestación masiva, terrible para el ecosistema local y mundial; la selva primaria es el pulmón de nuestro planeta y un baluarte contra el calentamiento global. Requiere el uso masivo de fertilizantes químicos y herbicidas para cultivar las palmeras, sin olvidar la cantidad de combustible pesado necesario para el transporte del aceite por barco. También es un desastre humano para los pueblos indígenas de las selvas tropicales que ven como se están talando bosques primarios de inestimable biodiversidad que, dicho sea de paso, ¡nunca se regenerarán!».
La historia nos presenta a una madre que para intentar salvar a su hijo Martin, quien ha sido injustamente sentenciado a muerte en Indonesia, e sumerge en una batalla desgarradora y desesperada. Enfrentada a un sistema corrupto, debe desafiar no solo a los inescrupulosos explotadores de aceite de palma, cuyos crímenes ecológicos han devastado la selva tropical, sino también a los omnipotentes lobbies industriales que harán todo lo posible por silenciarla. En esta lucha desigual, Carole se enfrenta a fuerzas oscuras y poderosas que pondrán a prueba su coraje y su determinación de llevar la verdad a la luz, cueste lo que cueste.
Alexandra Lamy (Sobre ruedas, Vicent), da vida a la madre que intenta ayudar a su hijo condenado a muerte en Indonesia, por una falsa acusación de posesión de drogas; y Félix Moati (Deux fils, La crónica francesa), da vida a Martin el hijo idealista.
Sofian Khammes en el papel del adjunto de la embajada de Francia en Indonesia que apoyará a Carole en sus esfuerzos, Julie Chen en el papel de Nila, la activista, Stéphane Pézerat, el lobista desinhibido, Fatou N’diaye en el papel de una diputada ecologista, completan el reparto.
Edoaurd Bergeon, señala: «Esta película es en realidad tan personal como la primera. La tierra está definitivamente pegada a mis zapatos. Aquí también se trata de una historia agrícola, solo que cambia la escala. Ambas películas están comprometidas y cuentan un drama humano, mientras transmiten un mensaje político. Contra este telón de fondo de la producción de aceite de palma, surge la historia de un joven que corre un riesgo de muerte y de su madre que está dispuesta a hacer cualquier cosa para salvarlo. Con mis guionistas, quisimos escribir personajes cercanos a nosotros, a nuestras preocupaciones cotidianas, aquellos con los que uno pudiera identificarse fácilmente».
Desde su creación, Édouard Bergeon es el padrino de la asociación «Des enfants et des Arbres”, fundada en 2020 por la documentalista Marie-France Barrier que trabaja para promover la plantación agroforestal implicando a las jóvenes generaciones: por toda Francia, invita a escolares y estudiantes de secundaria a ayudar a los agricultores a plantar setos y árboles en sus terrenos.