Por qué hay que verla
Película de animación que cuenta la historia de un policía y su perro que resultan heridos en una misión. Una cirugía que salva sus vidas cambia el curso de la historia cuando nace Dog Man. Mitad perro, mitad hombre.
DreamWorks Animation –los creadores de exitosas franquicias como Kung Fu Panda, Cómo entrenar a tu dragón y El bebé jefazo– lleva a la gran pantalla la adaptación canina contra el crimen del fenómeno literario Policán, de Dav Pilkey, el libro más vendido en la lista del New York Times.
Un fiel perro policía y su agente humano sufren graves heridas mientras cumplen con su deber, y solo se les puede salvar mediante una operación descabellada en la que ambos se fusionan en uno, convirtiéndose en Policán. El nuevo agente jura proteger y servir, pero también sabe buscar, sentarse y dar la patita.
Policán acepta su nueva identidad y se esfuerza en complacer a su Jefe (Lil Rel Howery, Déjame salir, Free Guy). Ahora debe detener las malvadas intenciones del supervillano felino Petey el Gato (Pete Davidson, El rey del barrio, la serie “Saturday Night Live”). El último plan de Petey es clonarse para crear al gatito Lil Petey (Pequeño Petey) y disponer del doble de posibilidades para cometer fechorías. Pero las cosas se complicarán cuando Lil Petey y Policán se hacen amigos inesperadamente.
Al caer Lil Petey en las garras de un enemigo común, Policán y Petey no tendrán más remedio –por mucho que les pese– que unir sus fuerzas y lanzarse a una carrera desenfrenada para salvar al gatito. En el proceso, descubrirán el poder de la familia (y de los gatitos) para convertir a los peores enemigos en amigos.