Han pasado más de 25 años, pero la actriz de 51 todavía se pregunta por qué demonios aceptó intervenir en Alien: Resurrección (1997), la cuarta entrega de la saga que dirigió el francés Jean-Pierre Jeunet.
Winona mide 1.61 y su compañera de reparto en esa película, Sigourney Weaver, alcanza los 1.85. Esa diferencia marcó el tono de una producción que estuvo llena de problemas y que recibió críticas demoledoras. Winona reconoce que ella misma pudo ser uno de esos problemas: «Aún no sé por qué hice Alien: resurrección. No pegaba ni con cola. Sigourney Weaver me sacaba varios palmos y no estaba acostumbrada a trabajar con tantos efectos especiales. Cuando ves la película, se nota que estoy completamente fuera de lugar. Simplemente soy una chica menuda corriendo arriba y abajo».