Val Kilmer (1959) viajó hasta Londres cargado de varias cintas con trabajos suyos para enseñárselas en persona a Stanley Kubrick. El actor quería estar en La chaqueta metálica (1987). No lo consiguió. Como tampoco convenció a Martin Scorsese para que le diese el protagonista de Uno de los nuestros (1990), que terminó haciendo el recientemente fallecido Ray Liotta.
En esos años, el actor ya aspiraba a lo más alto, por algo había sido un destacado estudiante de la prestigiosa escuela de Arte Dramático Julliard. Sin embargo, tenía que conformarse con Top Secret! (1984), su debut en el cine y una comedia que “todavía aún no sabría decir de qué va”, según confiesa Val Kilmer en el apasionante documental Val (2021).
Tampoco quería hacer Top Gun (1986), aunque el de Ice sea su personaje más recordado. Ahí aprovecha para desmentir su muy publicitada enemistad con Tom Cruise. Y no está contento con Batman Forever (1995), donde “mi función era quedarme plantado donde me dijesen, como un actor de telenovela. Frente a Jim Carrey y Tommy Lee Jones, yo no aportaba nada”. Todo esto y mucho más nos lo cuenta el actor en Val, incluso el tormentoso rodaje de La isla del Dr. Moreau (1996), tan delirante que hasta se ha hecho un documental para él solo titulado Lost Soul: El viaje maldito de Richard Stanley a la isla del Dr. Moreau (2014).
Actor de teatro, en el cine buscó la excelencia y no la encontró. “Ella era brillante y yo estaba haciendo basura”, dice de su primer encuentro con la que luego sería su esposa, la actriz inglesa Joanne Whalley, a la que conoció cuando ella estaba haciendo teatro con Danny Boyle. La fama de actor difícil se la ganó a pulso. En el documental hay momentos impagables, como su enfrentamiento con John Frankenheimer durante el rodaje de La isla del Dr. Moreau o su negativa, para asombro de los productores, a seguir siendo Batman.
La decadencia de Val Kilmer duele. Enfermo, pero no solo (tiene a su lado a Jack y Mercedes, sus dos hijos), el que fuera el perfecto Jim Morrison en The Doors (1991), Doc Holliday en Tombstone (1993) y Simon Templar en El Santo (1997), película esta última que hizo en lugar de un nuevo Batman porque “diez personajes en uno me apetecían más”, termina en el documental como siempre soñó: interpretando a Mark Twain en un monólogo teatral con el que se fue de gira. Todo se truncó con el cáncer de garganta que le dejó sin voz. Pero él sigue. Ahora sale en Top Gun: Maverick (2022) de nuevo como Iceman. Y en Val ríe y termina diciendo: “No puedo evitarlo, soy un cabrón”.
Val se puede ver en Filmin