Ti West presenta la tercera entrega de la trilogía que empezó con X (2022) y siguió con Pearl (2022). La acción transcurre en 1985 con el foco puesto en Maxine Minx, la última mujer que quedó de pie en el baño de sangre en la granja donde concluyó X, película slasher ambientada en los setenta. Maxine ha alcanzado la cúspide del mundo porno en Hollywood, pero quiere llegar más lejos y ser una estrella reconocida por todos.
Elizabeth Debicki, que interpreta a un directora británica, dice que «esta tercera entrega nace de la cabeza de alguien que adora el cine y que siente un gran respeto por lo que se ha hecho antes”.
Y así es. MaXXXine es una carta de amor al cine (el de la década de los 80 y al cine en general), un homenaje al cine de explotación típico de los años setenta, cuando películas de bajo presupuesto como Pesadilla en Elm Street compartían pantallas con clásicos como Vivir y morir en Los Ángeles, ambas de 1985.
«La meta de esta trilogía siempre ha sido poner el foco en la realización de una película, y dentro de esto está la interpretación. Ha sido maravilloso ver cómo Mia, en estas tres películas, ha demostrado una evolución constante en la interpretación y la diversidad. Los dos teníamos muy claro que no debíamos hacer lo mismo en ninguna de las tres películas”, nos cuenta Ti West.
Tanto Pearl como X están ambientadas en una granja. MaXXXine se mueve en una escala más grande, mucho mayor que en las dos anteriores, y Los Ángeles se convierte en un personaje más. Alejándose totalmente de los decorados rurales de X y de Pearl, ahora tenemos una visión de las aceras y platós cercanos a Hollywood Boulevard, debidamente redecorados para la ocasión. Un gran mosaico donde se mezclan personajes reales con los imaginados por el director, un poco como lo que hizo Tarantino en Érase una vez en… Hollywood (2019).
“Se trata de una trilogía slasher, y esta película incluye peligros reales porque 1985 fue un año crucial, de gran relevancia en la década. Ronald Reagan había alcanzado la cima de su popularidad, la Mayoría Moral estaba en auge, y el asesino Night Stalker hacía estragos en el sur de California. Debido al tipo de película en que Maxine ha trabajado antes de que llegara su gran oportunidad, está en el punto de mira en un momento en que las películas porno y de terror, así como el heavy metal eran considerados como una pésima influencia para la juventud estadounidense”.
La película también es la historia de las mujeres que rompieron moldes en una época en que tenían un poder muy restringido en la industria. (No fue hasta 1987 cuando Dawn Steel se convirtió en la primera mujer en dirigir un gran estudio, Columbia Pictures; y hasta la década de los noventa, Julia Roberts no empezó a ganar lo mismo o incluso más que los protagonistas masculinos de sus películas). Todo esto está representado en el personaje de Elizabeth Debicki. “Cuando moldeaba a Maxine, o mejor dicho, cuando la desarrollaba, empecé a verla como a una superheroína. Debe enfrentarse a fuerzas que quieren aplastarla, pero no lo permitirá. Es como el ave fénix que renace de sus cenizas después de haber vivido cosas tremendas. Era mucho más interesante convertirla en una superheroína que en de una actriz porno o una cantante de entonces”.
Así, Mia Goth pasa de campesina “ingenua” con trenzas (un ingrediente básico en el porno) a una seductora a punto de ser catapultada a la fama con el pelo cardado y maquillaje de la época, un cruce entre Dale Bozzio de “Missing Persons”, y Tawny Kitaen, la actriz de Despedida de soltero (1984), que se contoneaba en vídeos de Ratt y Whitesnake a mediados de los ochenta.
Ti West y Mia Goth trabajaron juntos para que los departamentos de peluquería, maquillaje y vestuario crearan un look para Maxine que simbolizara Hollywood a mediados de la década de los ochenta, sin olvidar las pecas que se han convertido en una firma para el personaje después del éxito de X y de Pearl.
La película bebe de muchas fuentes y una de ellas es la del gran Brian de Palma. Por ejemplo, con el fin de crear un vestuario de época adecuado, la diseñadora Mari-An Ceo vio las películas del director de finales de los setenta y principios de los ochenta, además de Hardcore: Un mundo oculto, de Paul Schrader, de 1979, donde un hombre conservador del Medio Oeste estadounidense recorre la red de pornografía californiana en busca de su hija adolescente.
Y luego está el descuidado, sucio y maleducado detective privado interpretado por Kevin Bacon, que parece sacado de Los Ángeles de los años 40, puro estilo Philip Marlowe. Su vestimenta está inspirada en la que llevaba el Capitán Hank Quinlan de Orson Welles en Sed de mal (1957).
«La película nos lleva a una época en que Hollywood era menos limpio y brillante que ahora, aunque lo seguimos queriendo mucho», confiesa el director. Muchas escenas se rodaron en Universal Studios, ahora un parque temático donde pasan tranvías llenos de turistas en cada esquina. En una de las más impactantes, Labat (Bacon) persigue a Maxine por uno de los platós donde aún está la casa de Norman Bates, aunque solo queda la fachada.
MaXXXine se estrena en cines el 23 de agosto