Parejas de cine. El amor está en el plató

Una película tarda en rodarse de media unos tres meses. Algunas se terminan en tres semanas y otras no acaban hasta un año después, pero un par de meses es suficiente para filmar una comedia o un drama y de paso para enamorarse. La historia del cine se podía contar por lo que pasó detrás de las cámaras, por los romances que surgieron mientras todo el equipo convivía en hoteles a cientos de kilómetros de sus casas durante muchas semanas. Y nosotros nos preguntamos: ¿ Qué hubiera pasado con algunas de estas parejas si hubieran podido disfrutar su romance en uno de los alojamientos Miluna Open Nature Rooms?. Pues no lo sabemos pero que hubieran disfrutado de una experiencia mágica, en un entorno inigualable y en contacto directo con la naturaleza, eso seguro.

La más famosa de las historias de amor nacidas en un plató de cine quizá sea la de Humphrey Bogart y Lauren Bacall. La más escandalosa la de Richard Burton y Elizabeth Taylor. La más triste la del director Richard Quine y la actriz Kim Novak. La más trágica la de Roman Polanski y Sharon Tate. La más romántica la de Javier Bardem y Penélope Cruz, juntos por fin 15 años después de conocerse. La más divertida la de Kurt Russell y Goldie Hawn. La más inmortal la de Romy Schneider y Alain Delon. Y la más desagradable la de Brad Pitt y Angelina Jolie. La más sórdida la de Halle Berry y Olivier Martinez. Todos ellos se conocieron rodando una película, pero hay más…

Humphrey Bogart-Lauren Bacall. Una de las historias de amor más fascinantes del cine comenzó el día en que la sofisticada y bellísima Nancy «Slim» Keith, esposa del director Howard Hawks, vio en el número de febrero de 1943 de la revista Harper’s Bazaar una fotografía en color a toda página donde salía una joven modelo de 18 años llamada Betty Jean Perske. Hawks pidió conocerla y enseguida supo que había encontrado a la chica que iba a acompañar a Humphrey Bogart en Tener y no tener (1944). El encuentro se produjo en el plató de Pasaje a Marsella, película que rodaba Bogart en ese momento. Ahí no saltaron chispas porque ella lo que soñaba de verdad era conocer a Cary Grant y Bogart no le parecía ni atractivo ni particularmente interesante en la pantalla y tras conocerlo en persona seguía pensando lo mismo. Pero empezó el rodaje de Tener y no tener y se enamoraron. “No sé cómo sucedió, fue casi imperceptible”, recordaba años después ella. Hawks le había avisado a Bogart: “eres el tipo más insolente del cine y voy a hacer que la chica sea un poco más insolente que tú”. El duro actor contestó que era poco probable que eso ocurriera. “Ya lo creo”, replicó Hawks. “Cada escena que interpretéis juntos acabará con ella largándose y dejándote con cara de imbécil”.  

Alfred Hitchcock-Grace Kelly. Esta fue una historia de amor platónico, de una obsesión, la que sintió el genial director por la bella actriz. Hitchcock vio a la futura princesa en Mogambo (1953) y quedó hechizado. Según Donald Spoto, el director “adoraba a Grace, estaba enamorado de ella de la misma manera que un niño desarrolla una querencia hacia un objeto inalcanzable”. La primera película que hicieron juntos fue Crimen perfecto (1954), adaptación de la obra de teatro de suspense donde Grace era víctima de un angustioso ataque, una escena antológica donde ella se defiende con unas tijeras. La apuesta se elevó unos grados con la siguiente película de la pareja, La ventana indiscreta (1954), donde el director la presentó como una auténtica diosa. La tercera y última, Atrapa a un ladrón (1955) se rodó en Mónaco, donde ella conoció a un príncipe soltero. La película Grace of Monaco (2014), con Nicole Kidman como Grace Kelly y Roger Ashton-Griffiths como Hitchcock, cuenta en parte cómo el director intentó por todos los medios que su musa volviese al cine para protagonizar Marnie (1964). Pero ella no se atrevió por su nuevo status: “Quise hacer Marnie, pero estaba sumamente influenciada por la reacción que la noticia había provocado en Mónaco”.

Ali MacGraw y Steve McQueen, una huida en toda la extensión de la palabra

Ali MacGraw-Steve McQueen. La historia de cómo se conocieron es tan rocambolesca como cierta. Ali MacGraw estaba casada con el poderoso ejecutivo de Paramount Robert Evans. El proyecto que preparaba este para su amada esposa a modo de regalo era una adaptación de El gran Gatsby. Ella sería Daisy Buchanan y Warren Beatty o Jack Nicholson se barajaban para Gatsby. El guion se lo encarga a Truman Capote, pero es tan horrible que entra en escena Francis Ford Coppola para reescribirlo. Evans y Coppola no se hablaban desde El padrino (1972) y entonces Coppola le dice a la cara lo que todo el mundo piensa, pero nadie se atreve: Ali MacGraw no encaja como Daisy. A todo esto, Steve McQueen suena como Gatsby, pero le gusta mucho un guion que tiene sobre la mesa titulado La huida. El lince de Evans ve cómo Gatsby se estanca y entonces propone a su mujer para La huida. Lo siguiente que sabemos es que McQueen y MacGraw protagonizaron una de las historias de amor más comentadas de la historia de Hollywood. “Fue Evans quien los unió”, recordaba el ejecutivo Frank Yablans. “Vas a perderla, esos dos no se andan con chiquitas”, le dije. “Es un asunto pasajero”, me contestó, pero le importaba un carajo”.

Elizabeth Taylor-Richard Burton. Si la década de 1940 y 1950 fue para la pareja Bogart-Bacall, en la de 1960 reinaron Elizabeth Taylor y Richard Burton. Aunque el gran Joseph L. Mankiewicz declarara que “Cleopatra (1963) fue concebida en estado de emergencia, rodada en estado de histeria y terminada con un pánico ciego”, lo cierto es que es el verdadero volcán estaba en su pareja protagonista. Elizabeth Taylor conoció a Richard Burton en el plató. Ella como Cleopatra y él como Marco Antonio. Su turbulenta historia de amor, que comenzó ahí, hizo las delicias de los paparazzis durante más de diez años. Se casaron el 15 de marzo de 1964 y se separaron el 26 de junio de 1974, para volverse a casar el 10 de octubre de 1975 y separarse definitivamente el 29 de julio de 1976. Entre medias, viajes por todo el mundo, lujo, escándalos y películas juntos más grandes que la vida -lo que hace la pareja en ¿Quién teme a Virginia Woolf? (1966) es muy muy grande.

Romy y Alain en La Piscina

Alain Delon-Romy Schneider. Se prepara Christine (Amoríos) (1958), remake de una película alemana de 1933 protagonizada por Magda Schneider. ¿Y quién será la protagonista? Pues la nueva sensación del cine europeo, Romy Schneider que, además, es hija de Magda. El protagonista masculino será un joven actor francés, Alain Delon. Él no puede entender tanto revuelo y aquel jaleo alrededor de Romy, a la que no conoce. Ella, por su parte, jamás ha oído hablar de él. Cuentan las crónicas que a Alain le costó mucho digerir la idea de que iba a tener que entregarle un ramo de flores a Romy cuando bajase del avión en París, donde se iba a rodar la película. Lo consideraba ridículo. Ella se enamoró de él en ese momento y también en ese instante se convirtieron en “los novios de Europa”, la pareja más perseguida por la prensa. En 1964 rompieron su relación, pero siguieron siendo amigos y, de alguna manera, fieles el uno al otro hasta el final (mayo de 1982, cuando ella falleció trágicamente). En 1969 rodaron juntos la magnífica La piscina. Fue él quien pidió que la protagonista femenina fuera Romy.

Kim Novak besando a James Stewart en Me enamoré de una bruja, dirigida por Richard Quine

Richard Quine-Kim Novak. Siempre soñó con hacer películas que celebraran la vida. Y lo consiguió. Ahí está la alocada Conga de Mi hermana Elena (1955). Pero el director Richard Quine no fue un hombre feliz. Toda la vida enamorado de su musa, Kim Novak, con la que rodó cuatro fantásticas películas (La casa nº322, Me enamoré de una bruja, Un extraño en mi vida y La misteriosa dama de negro). Todas ellas como una declaración de amor a la estrella. Anunciaron su compromiso, pero la boda nunca se celebró. En 1965, el mismo año en que ella se estrenaba en el matrimonio con el actor Richard Johnson, Quine se casaba con Fran Jeffries, la atractiva joven que canta Meglio Stasera en La pantera rosa, dirigida por el alumno aventajado de Quine, Blake Edwards. Con Novak definitivamente fuera de su vida y con la amargura de haber amado a una mujer que en realidad nunca le correspondió, Quine siguió rodando comedias. En 1989, con 68 años, se disparó un tiro en la cabeza. En la última película de su filmografía, El diabólico Dr. Fu Man Chu (1980) ni siquiera aparece acreditado como director, ya que Peter Sellers le despidió antes de que terminara el rodaje.

Barbra Streisand-Omar Sharif. Barbra, una estrella de la canción, debuta en el cine con el ambicioso musical Funny Girl (1968). Columbia Pictures (actual Sony) tira la casa por la ventana para que a su diva no le falte de nada. Lo primero es buscar un galán a su altura y alguien nombra al actor egipcio de ascendencia libanesa Omar Sharif, la nueva sensación del cine mundial gracias a Lawrence de Arabia (1962) y Doctor Zhivago (1965). La película comenzó a rodarse en julio de 1967, en pleno conflicto egipcio-israelí que había desembocado en la Guerra de los Seis Días (del 5 al 10 de junio). Como cuenta Sharif en su autobiografía: “Todos los inversores de la producción eran judíos. La atmósfera era proisraelí”. La estrella principal también era judía, pero nadie pudo evitar que empezara una relación sentimental con su compañero de reparto. El escándalo fue mayúsculo. La prensa egipcia atacó al actor por besar a una judía. Por el otro lado, los productores pensaron en despedirle, pero ahí estaba Barbra: “Nosotros los cómicos no tenemos en cuenta razas ni credos. Somos un pequeño mundo, con nuestros propios baremos para juzgarnos unos a otros”. Sharif, por supuesto, se quedó en Funny Girl.

Días de trueno para Kidman y Cruise

Tom Cruise-Nicole Kidman. La primera vez que Tom Cruise vio a Nicole Kidman fue en una pantalla. El actor acudió a una proyección privada del thriller Calma Total (1989) y según el escritor Andrew Morton se quedó fascinado con esa actriz desconocida que transmitía tanta autoridad. “Se marchó de la proyección realmente impresionado”. Buscaban una actriz para acompañar a la estrella en Días de trueno (19909. La segunda vez que la vio fue en persona, cuando se conocieron. Kidman voló a Los Angeles desde Japón, llegó a los estudios Paramount “sin demasiadas expectativas”. Cuando la actriz se encontró cara a cara con Tom Cruise pensó que era el hombre más sexy que había conocido en su vida. “Me dejó sin aliento. No sé lo que fue”. A él le pasó lo mismo. “Puro deseo sexual”, lo definió. “Una atracción totalmente física”. A pesar de que Kidman medía metro ochenta, casi diez centímetros más alta que él, consiguió el papel de la protagonista femenina y se enamoraron. Una película los unió y otra los separó. El agotador y complicado (física y psicológicamente) rodaje de la obra maestra Eyes Wide Shut (1999) terminó con el que era el matrimonio más famoso de Hollywood.

Angelina Jolie-Brad Pitt. Se conocieron en el plató de Mr. & Mrs. Smith (2005), una película que estuvo a punto de no rodarse (visto lo que pasó después, quizás eso hubiera sido lo mejor). Esta historia de un matrimonio de asesinos a sueldo contratados para eliminarse entre ellos estaba destinada a Brad Pitt y Nicole Kidman, pero ella abandonó y el proyecto se vino abajo. Los productores barajaron nombres (Johnny Depp, Catherine Zeta-Jones, Will Smith, Eva Green, Gwen Stefani) pero fue con el fichaje de Angelina Jolie cuando la película volvió a ponerse en marcha. Las dos estrellas recibieron 20 millones de dólares cada uno y la promesa de un amor eterno. La química era evidente y parecían estar destinados a encontrarse (y eso que se cortó una escena de sexo muy potente entre los dos). Brad y Angelina comenzaron una relación sentimental, aunque él estaba casado con Jennifer Aniston. Terminado el rodaje, la pareja ya era la más famosa de Hollywood, adoptaron tres hijos (Maddox, Zahara, Pax), tuvieron tres biológicos (Shiloh, Knox, Vivienne) y tras una boda de ensueño en el Chateau Miraval, la espectacular residencia que compraron en la Provenza francesa, y doce años de relación todo saltó por los aires de la peor manera posible.

La boda ficticia pasó a ser real

Antonio Banderas-Melanie Griffith. Se conocieron gracias a una comedia de enredo rodada entre Alicante, Miami y Bahamas que, por cierto, no le gustó nada al autor de la novela en que se basaba, Donald E. Westlake. Él estaba casado y ella recién separada por segunda vez de Don Johnson (con el que se casó en 1976 y luego otra vez en 1989). Two Much (1995) fue un éxito de público y para Antonio y Melanie algo más que una película. El matrimonio duró del 14 de mayo de 1996 hasta el 4 de diciembre de 2015. Una hija en común y Locos en Alabama (1999), comedia que dirigió él a mayor gloria de su esposa. Hace poco el actor español confesaba que con Melanie tiene una amistad profunda, “posiblemente sea mi mejor amiga”. También recordaba que la primera vez que vio a la actriz, pero no la conoció, fue en la gala de los Oscar de 1989, cuando Mujeres al borde de un ataque de nervios, y que le dijo a Pedro Almodóvar que vaya mujer tan guapa. «Seis años después, estábamos casados».

Dennis y Meg, prodigioso solo al principio.

Dennis Quaid-Meg Ryan: Se conocieron en el set de El chip prodigioso (Innerspace) (1987) y empezaron a salir juntos. La pareja se casó el 14 de febrero de 1991, un año después nació Jack Quaid, que también es actor y físicamente es igual que su madre, pero los simpáticos Meg y Dennis se divorciaron en 2001 después de que ella tuviera una aventura con Russell Crowe en el rodaje de Prueba de vida (Proof of Life) (2000). El escándalo fue mayúsculo y la prensa sensacionalista sacó buen provecho de todo lo que pasó con la reina de la comedia romántica, la dulce y encantadora Meg de Cuando Harry encontró a Sally (1989) y Algo para recordar (1993). Parece ser que el matrimonio era un desastre, con infidelidades continuas de Dennis. La cosa se puso tan tensa que Meg Ryan tuvo que salir a decir que su matrimonio “fue muy poco saludable. Probablemente debería haberlo dejado mucho antes. Russell no rompió el matrimonio. Definitivamente no fue su culpa». Russell y Meg estuvieron juntos unos seis meses y luego rompieron. El actor de Gladiator salió a la palestra para decir que se enamoró de “una de las mujeres más bellas del mundo, una mujer hermosa y valiente. Lamento la pérdida de su compañía, pero no he perdido su amistad».

Roman Polanski-Sharon Tate. Cuando Roman Polanski preparaba su comedia de terror El baile de los vampiros (1967) pensó en su amiga Jill St. John para la protagonista femenina. Pero los productores, Filmways, tenían su propia candidata: la protegida del jefe, Martin Ransohoff, una actriz norteamericana llamada Sharon Tate. A Polanski no le quedó más remedio que aceptar y conoció a su nueva actriz en una fiesta de Ransohoff celebrada en el Hotel Dorchester de Londres. El director empezó el cortejo, pero ella se lo puso muy difícil, tanto que él un buen día le soltó un “que te den” y pasó de Sharon. Como dijo esta: «ese fue el momento exacto en que me enamoré de Roman”. Lo que vino después, forma parte de la crónica negra de Hollywood. Terminó el rodaje, la pareja se fue a Hollywood para el rodaje de Rosemary’s Baby (La semilla del diablo) (1968), se casaron en Londres en enero de 1968 y justo después ella se quedó embarazada. El 9 de agosto de 1969, cuatro psicópatas (tres mujeres y un hombre) dirigidos desde la distancia por el líder, Charles Manson, entraron en el 10050 de Cielo Drive, la casa de la pareja en Benedict Canyon, y asesinaron a todos los que en ese momento estaban ahí, incluida Sharon Tate.

Javier Bardem-Penélope Cruz. Se conocieron en el rodaje de Jamón, Jamón (1992) y se enamoraron en el de Vicky Cristina Barcelona (2009). Se casaron en julio de 2010, ella ganó el Oscar por la película de Woody Allen, premio que él se llevó un año antes por No es país para viejos (2008). En 2022 marcaron un nuevo hito al estar nominados los dos, Javier por Being the Ricardos y Penélope por Madres paralelas. Forman la pareja más famosa e internacional del cine español. Cuando él recogió el Premio Donostia del Festival de San Sebastián le dedicó estas palabras a su mujer: “Un agradecimiento muy hondo por el ser humano que eres y cómo te responsabilizas de la vida de tus hijos, de tu madre, de tus amigos, de la vida del arte y de la vida de otros por los que sufres y a los que cuidas. Y, por supuesto, de la vida de este señor que está aquí que te ama, que te quiere y te agradece”.

Uma y Ethan, ciencia ficción que terminó de la peor manera posible

Ethan Hawke-Uma Thurman. Se convirtieron en pareja durante el rodaje de la película de ciencia ficción Gattaca (1997), se casaron en 1998 y tuvieron dos hijos, uno de ellos la también actriz Maya Hawke. En realidad, formaron una pareja de lo más glamurosa, ella tan alta y tan sofisticada y él tan intelectual e intenso que hasta le dedicaba los libros que escribía. Toda fiesta en el Nueva York más cool querría tener entre sus invitados a Ethan y Uma. Aunque de puertas para adentro las cosas no pintaban tan bien. Él se enrolló con la niñera de sus hijos, con la que se terminó casando. Después de la separación en 2005, Uma fue al programa de Oprah Winfrey y se sinceró: «No suelo hablar de esto porque pienso que la mitad de la población pasa por lo que yo pasé, pero lo cierto es que es muy duro. Nuestro matrimonio fracasó. Yo debería también asumir mi parte de la culpa, culpar a la otra persona no genera nada bueno y a mí no me hace sentir mejor».

Sam y Aaron en la premiere de Back to Black, que dirigió ella.

Aaron Taylor-Johnson- Sam Taylor-Johnson. Él es actor, ella directora, y llevan casados desde 2012. Cuando se habla de esta pareja que luce espectacular en las alfombras rojas y marca tendencia se suele empezar con que Sam es 23 años mayor que Aaron. Luego se comenta que tienen dos hijos y para terminar, que se conocieron durante el rodaje de Nowhere Boy (2009), crónica de los primeros años de John Lennon que dirigió ella y protagonizó él. Sam alcanzó cierta notoriedad cuando fue elegida para dirigir Cincuenta sombras de Grey (2015). En la película En mil pedazos (A Million Little Pieces) (2018), Sam y Aaron volvieron a colaborar con una historia arriesgada y extrema sobre un joven escritor adicto a las drogas que ingresa en una clínica de desintoxicación. Últimamente, Aaron ha sido noticia recurrente por rumores que apuntan a que será el nuevo James Bond. Nada parece cierto, por lo menos nada es oficial, pero no estaría mal que la pareja se hiciera con las riendas de la saga 007.

Alec Baldwin-Kim Basinger. Pareja escandalosa y carne de cañón para la prensa. Se conocieron rodando la comedia Ella siempre dice sí (1991) que contaba la historia de un playboy que se casa con una mujer a la que apenas conoce. Kim y Alec lo hicieron el 19 de agosto de 1993 y el 3 de septiembre de 2002 se separaron definitivamente. Entre medias, una tormentosa relación y un divorcio muy complicado con disputas por la custodia de la hija en común que duraron varios años. En sus memorias A Promise to Ourselves (2008), Baldwin cuenta que su exesposa gastó más de 1,5 millones de dólares para impedir que viera a la niña. Alguien podía decir que lo que mal empieza mal acaba porque lo cierto es que el rodaje de Ella siempre dice sí fue de todo menos tranquilo, con violentas rabietas de Alec y el comportamiento de estrella caprichosa de Kim. Antes de terminar la película ya vivían juntos y fue entonces cuando un miembro del equipo se sinceró: «si fuera un indigente y viviera en la calle sin comida y alguien me ofreciera un millón de dólares para trabajar con Alec y Kim, no lo aceptaría”.

Halle Berry-Olivier Martinez. Ella era la mujer más sexy del planeta, ganadora del Oscar que había dejado sin respiración a medio planeta emulando a Ursula Andress saliendo del agua en Muere otro día (2002). Él era un actor francés que se anunciaba como el nuevo Alain Delon y que se había ganado una merecida fama de conquistador. Entonces a alguien se le ocurrió juntarles en una película de gente que nada entre tiburones. La combinación era perfecta, como un cocktail irresistible, y pasó lo que tenía que pasar. Halle y Olivier se enamoraron en el set y se casaron en 2013. Marea letal (2012) fue un fracaso, costó 25 millones de dólares y recaudó menos de 500.000. Es lo que pasa cuando la estrella femenina acepta hacerla principalmente por el deseo de visitar Sudáfrica, un lugar en el que nunca había estado antes. El 5 de octubre de 2013 nació el pequeño Maceo y en diciembre de 2016 Olivier y Halle se divorciaron con un proceso en los tribunales que acaparó portadas. Aún hoy la pareja sigue enredada en peleas varias, acusaciones y un tono muy desagradable que incluye agresiones físicas (de Olivier al nuevo novio de ella, el modelo Gabriel Aubry).

Kurt Russell-Goldie Hawn. Es una de las parejas más famosas de Hollywood y, sin embargo, nunca se han casado pese a que llevan juntos lo que se dice toda una vida. Se conocieron en 1968 durante el rodaje de la comedia Una banda loca, loca. Goldie debutaba en el cine y Kurt era ya un “veterano” por sus numerosos trabajos en producciones Disney y en series de televisión.

En una entrevista ella recordaba ese momento: «Yo tenía 21 años y él 16 y pensé que era adorable, pero era demasiado joven. Años después nos volvimos a encontrar y me gustó, y es más, recordé que me gustó mucho cuando lo conocí». Hawn y Russell volvieron a encontrarse unos 17 años después cuando ambos protagonizaron Chicas en pie de guerra (Swing Shift) (1984). En total, han trabajado juntos en cinco películas y tienen dos hijos. Antes de Kurt, Goldie se había casado dos veces y con su segundo marido tuvo dos hijos, que consideran a Kurt como un padre (uno de ellos es la actriz Kate Hudson).

Warren Beatty-Annette Bening. Aunque ella pasará a la historia del cine como una de las mejores actrices americanas de los últimos años, también tendrá una mención como la mujer que “retiró de la circulación” a Warren Beatty, el soltero de oro y el seductor más famoso de Hollywood que tuvo romances con todas sus compañeras de reparto (la lista es tan larga que aquí no hay espacio).

Su historia comenzó en el set de Bugsy (1991), el biopic sobre el gángster Bugsy Siegel que protagonizaban los dos. Se casaron nada más terminar el rodaje (3 de marzo de 1992) y con cuatro hijos en común siguen juntos para asombro del respetable, que no daba un duro por esa relación. Y es que Warren Beatty es un mito, una leyenda, el amante por excelencia. Hay quien asegura que la única actriz que no ha caído rendida a sus pies es Shirley MacLaine, y solo porque es su hermana. Y cuando decimos actrices entran todas, no solo las de Hollywood. Por eso Woody Allen siempre dice que le gustaría reencarnarse en las yemas de los dedos de Warren.

Zendaya-Tom Holland. Spider-Man les unió. Fue en el rodaje de la primera película de la nueva saga (2017) aunque oficialmente están juntos desde 2021. Ahora son la pareja del momento, reclamo para toda fiesta que se precie que buscar glamour del bueno. Aunque son muy celosos de su intimidad, de vez en cuando sueltan las típicas perlas para gozo de sus millones de seguidores. Él, por ejemplo, dice que se ponen la película en la que se conocieron para recordar cuando tenían 19 años y se enamoraron. Ella, por su parte, destaca que su novio tiene muchísimo talento y que trabajar con él es “extrañamente cómodo”.

Estas parejas ya escribieron su historia pero tu aún estas a tiempo de escribir la tuya. ¿Descubres Miluna? Allí entrarás en contacto con las verdaderas estrellas.

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