La actriz sueca coincidió con el actor irlandés en Dead Man Down (La venganza del hombre muerto) (2013), oscura y tensa pesadilla de cine negro dirigida por el danés Niels Arden Oplev.
Noomi recuerda ese rodaje con mucha simpatía, porque Colin Farrell le transmitió siempre muy buen rollo. “Una noche llegué a soñar que Colin y yo conducíamos por una ciudad en llamas. Colin iba como un loco y yo estaba sentada a su lado pensando: Pase lo que pase estaré bien, porque estoy junto a él”.
Noomi, en moto o no, tiene una carrera imparable desde que protagonizara Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres (2009), precisamente a las órdenes de Oplev. No ha vuelto a coincidir con Colin, pero sí dos veces con Tom Hardy (en La entrega y El niño 44), otro con el que muy bien puede sentirse segura. Ahora rueda Assassin Club, una historia que suena muy bien: un asesino es contratado para matar a siete personas en todo el mundo solo para descubrir que los objetivos también son asesinos que han sido contratados para matarlo a él. Henry Golding acompaña a Noomi en esta película dirigida por el francés Camille Delamerre, que en 2014 debutó como director con Brick Mansions, protagonizada por Paul Walker.