Nikolaj Coster-Waldau revive los hechos que le traumatizaron hace 30 años

En 1994 un joven actor danés de 24 años debutaba en el cine con una película de terror de las que no se olvidan fácilmente. Era El vigilante nocturno y su protagonista Nikolaj Coster-Waldau, con el tiempo conocido por películas como Black Hawk derribado (2001), El reino de los cielos (2005), el western español Blackthorn (2011) o la cinta de terror Mamá (2013), pero sobre todo por ser Jaime Lannister en la serie Juego de Tronos.

El vigilante nocturno, dirigida por Ole Bornedal, contaba la historia de un estudiante que hace horas extras como guardia del turno de noche en el Departamento de Medicina Forense. Y daba mucho miedo. La película se convirtió en un éxito instantáneo, tanto en Dinamarca como a nivel internacional, y ganó 5 Premios Robert (los Goya del cine danés), incluyendo mejor película. El filme original se presentó en festivales de todo el mundo como Cannes, Toronto y Berlín y tuvo un remake protagonizado por Ewan McGregor y Nick Nolte, que dirigió el propio Bornedal.

La noticia es que en noviembre se estrena en cines El vigilante nocturno: demonios heredados, que recupera los personajes y misterio del thriller original de 1994.

30 años después, Bornedal vuelve a ese universo con el mismo protagonista, Nikolaj Coster-Waldau, para contarnos la historia de Emma (Fanny Leander Bornedal), una joven estudiante de medicina que acepta el trabajo de vigilante nocturno en el departamento forense. Su padre es Martin (Nikolaj Coster-Waldau), que sigue traumatizado por lo que vivió años atrás. Además, parece esconder un terrible secreto desde que su madre se suicidó cuando Emma tenía tan solo 10 años.

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