Johnny Depp será Satanás en la que será la última película de Terry Gilliam

El actor interpretará a Satán en The Carnival At The End Of Days, que se presenta como la última película de la estrella de los Monty Python, Terry Gilliam. Depp, de 60 años, trabajará por tercera ocasión con el realizador en la que será el segundo largometraje del actor desde que concluyó su sonado juicio de difamación contra su ex esposa Amber Heard hace dos años.  Gilliam, el cineasta británico nacido en Estados Unidos, ha descrito la película como una comedia apocalíptica, en la que también aparecerán Dios, Adán y Eva. 

Una comedia donde Dios decide destruir a la humanidad

Gilliam, conocido por rodar filmes provocadores, habló de su nuevo proyecto con la revista de cine francesa Première, describiéndolo como “una comedia donde Dios decide destruir a la humanidad y el único que intenta salvarnos es Satanás porque necesita gente en el infierno, de lo contrario no tendrá trabajo para la eternidad». El realizador confirmó que Jeff Bridges interpretará a Dios, representado en forma de “naturaleza” y usando “animación para darle vida”. Además, Gilliam dijo que el elenco incluirá a Adam Driver y Jason Momoa, aunque sus personajes aún no se han revelado. El papel más famoso de Momoa hasta la fecha ha sido el de Aquaman, junto a la ex esposa de Depp, Heard, que fuea Mera en la franquicia de DC Comics.

Gilliam dijo que la película presentará “un Adán y una Eva modernos”, y agregó sobre el reparto: “Ahora necesitamos una mujer para completar todo eso”. Gilliam se burló de que la película sería “muy cara” y “muy divertida para aquellos a quienes les gusta sentirse ofendidos”. Además, confirmó que sería la última. “Esta película será mi canto de cisne, aunque me doy cuenta de que no he pasado de moda cuando veo a jóvenes que me detienen en la calle y me cuentan cómo les han influido mis películas” .

Es comprensible que el cineasta de 83 años vea ésta como su última película. A Gilliam le costó tanto financiar sus últimos proyectos que ya había insinuado su jubilación. La última vez que Gilliam dirigió un largometraje fue El hombre que mató a Don Quijote en 2018, una proyecto que estuvo intentando sacar adelante durante más de dos décadas. Sin embargo, a pesar de sus dificultades para encontrar financiación muchos olvidan cuán importante y vital ha sido la voz cinematográfica de Gilliam, especialmente cuando luchaba contra Universal por el montaje final de su obra maestra de 1985, Brazil.

«Lo único que sé es que todos los errores que he cometido nunca han sido tan graves como los errores que han cometido los ejecutivos bien pagados”, apuntó sobre los problemas de financiación. Gilliam apunta que había decidido desde el principio de su carrera que sólo quería trabajar en producciones en las que tuviera total control y libertad creativa. “Es un poco arrogante, pero simplifico la vida. Muchas puertas se me cerraron en la cara después de decir: ‘Quiero control total’. Las puertas se cierran y el dinero se escapa” .

Texto María Estévez

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