Jennifer Lawrence será Ava Gardner en una película dirigida por Martin Scorsese

En El aviador (2004), Scorsese nos contó la apasionante vida del millonario, aviador y magnate del cine Howard Hughes, con Leonardo DiCaprio de protagonista y Kate Beckinsale en el papel de Ava Gardner, su amante más famosa con la que vivió una relación tormentosa.

Ava Gardner está considera la mujer más bella de la historia del cine, y también la interpretó Debi Mazar en la serie Arde Madrid, crónica de Paco León sobre la época en que la actriz vivió en nuestro país.

Ahora, Scorsese vuelve al mito y quiere a Jennifer Lawrence para interpretar a la protagonista de Mogambo (1953) y La condesa descalza (1954). El proyecto es una biografía de Frank Sinatra, que interpretará Leonardo DiCaprio. Ava fue el gran amor del actor y cantante (y Sinatra el de ella). También con él vivió una tormentosa relación. Cuando él dejó a su mujer, Nancy Barbato, para casarse con Ava, una fan muy cabreada con Ava por haber «roto» el feliz matrimonio de su ídolo escribió: desde luego no le deseo nada malo, sólo que se caiga por las escaleras y se rompa el cuello.

Ava era guapa, lista y muy buena actriz, aunque nunca se reconoció su talento (le pasó como a Marilyn Monroe). Decía que «El dinero debe gastarse. Los que lo guardan acaban oliendo a dinero, que es un olor que no soporto», y por donde pasaba arrasaba.

Como ejemplo, esta reflexión que hace actriz Louise Brooks en su autobiografía: «Acabo de escuchar en la radio una conferencia de prensa con Ava Gardner. Su belleza nunca me ha parecido gran cosa, y sólo he visto uno de sus films, La noche de la iguana, en el cual juega un papel pasivo que revela su poder de seducción, pero poco más. En la radio, sentada en la habitación de un hotel, provocada por toda esa batería de preguntas, no dijo nada especialmente nuevo o emocionante, sólo cosas del estilo de “Sinatra podía ser muy agradable o un bastardo –sírveme otra copa, querido –; he hecho cincuenta y cinco películas y la única de la que he llegado a entender algo es Las nieves del Kilimanjaro….». En su conversación no aludía a grandes interpretaciones, o al sexo o a la belleza, no había tampoco trazas de intelectualidad o filosofía. Oyéndola, me sentí a gusto por primera vez en mi papel de estrella de cine, nada que ver con el arte del teatro. Ava es en esencia lo que yo pienso que debería ser una estrella del cine: una persona hermosa con una personalidad única y misteriosa, no contaminada por Hollywood. Y me pareció tan fuerte… No tomó el camino de la huída, como Garbo, para evitar ser engullida por la maquinaria… Lo que debería averiguar es si yo alguna vez, como a veces me imagino, tuve algo de esa cualidad que hace a Ava brillar con su propia luz».

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