Jamie Lee Curtis se somete a nuestro cuestionario más incómodo

¿Una película suya que detesta con todas sus fuerzas? Fácil. Hay una mierda llamada Virus (1999) que hice porque otra película que se suponía que debía hacer no salió. Fue una mala elección y la película es una mierda. Y luego va como finalista El desafío americano (Grandview U.S.A.) (1984), que es una película sobre la mayoría de edad, sin mala intención, pero simplemente mala. Nunca, nunca volveré a verlas. Son películas risibles, desagradables y ridículas y yo estoy fatal en ellas.

¿Qué recuerdos tiene de su padre, Tony Curtis? Él no era un padre; no estaba interesado en ser padre, y esto que digo no es en su contra, porque hizo lo que tenía que hacer desde el punto de vista financiero, lo cual dice mucho a su favor, pero no fue un padre involucrado. Por lo tanto, lo recuerdo mucho más desde la perspectiva de fan… de su trabajo, de su espíritu, de su joie de vivre (alegría de vivir)… No había un vínculo entre nosotros, en absoluto. Excepto por el hecho de la cuestión genética.

¿Recuerda el primer día de rodaje de Halloween (1978), su primera película? Perfectamente. Es más, recuerdo exactamente la escena que rodamos y recuerdo irme a casa pensando que me iban a despedir porque pensaba que lo que había hecho apestaba y que… ya sabes. Y recuerdo estar en casa y mi compañero de piso decirme: «Jamie, el teléfono es para ti, es John Carpenter». Y yo pensé: «‘Oh, hombre, vaya, aquí se acaba todo». Pero me dijo lo feliz que estaba con lo que habíamos hecho ese día. Nunca más me ha vuelto a pasar.

¿Qué opina de Michael Myers? ¿Dónde estaría yo sin él? ¿Sabes a lo que me refiero? Le estoy agradecida por toda su maldad. Y, la verdad, no tengo ni idea de por qué aguanta y siempre sobrevive. Aunque, lógicamente, me alegro de que lo haga porque es mi amigo. Es mi sombra.

¿Y de La Niebla (1980), su segunda película con John Carpenter? Me sorprende que tenga tanta popularidad porque no creo que sea tan buena.

¿Cree que le ha ayudado en su carrera ser hija de dos estrellas de Hollywood? Recuerdo que hice muchas, muchas, muchas pruebas para Halloween (1978). Al final quedamos otra actriz y yo, cuyo nombre sé pero nunca diré. Estoy segura de que el hecho de que yo fuera la hija de Janet Leigh y Tony Curtis, y que mi madre hubiera estado en Psicosis ayudó. Si tienes dos opciones, eliges a la que tuvo a su madre en Psicosis, porque eso provocará una publicidad extra. No voy a fingir que lo conseguí por mis propios medios, por mi cuenta, como si fuera una jovencita que sale de la nada y se lleva el papel. Claramente, tenía una ventaja.

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