El papel que rechazaron dos españoles y terminó haciendo el mejor actor vivo del mundo

Cuando se puso en marcha la adaptación al cine del musical Nine (2009), la primera decisión y la más lógica fue pensar en Antonio Banderas para el papel del director de cine en crisis Guido Contini, un personaje que había representado en Broadway con grandes aplausos el actor español, 283 representaciones en el Eugene O’Neill Theatre y éxito continuado durante nueve meses, de abril a diciembre de 2003.

Pero Banderas rechazó la propuesta cinematográfica.

El musical original de Broadway se había estrenado el 9 de mayo de 1982 en el 46th Street Theatre y tuvo setecientas veintinueve funciones con Raúl Julia como Guido. Ganó cinco premios Tony, incluido el de Mejor Musical y Mejor Actriz de Reparto para la francesa Liliane Montevecchi por su interpretación de Lilli, la diseñadora de vestuario y confidente del protagonista que sería Judi Dench en la posterior adaptación al cine. 

El revival protagonizado por Antonio Banderas 21 años después había ganado dos premios Tony: Mejor Reposición de un Musical y Mejor Actriz de Reparto para Jane Krakowski en su papel de Carla, el mismo que terminaría haciendo Penélope Cruz en la versión cinematográfica.

Nine era un proyecto muy potente y los productores (entre ellos Harvey Weinstein) estaban dispuestos a ir lo más lejos posible con el reparto. Querían estrellas, así que el no de Banderas los llevó a otro actor español: Javier Bardem, que acaba de recibir el Oscar por No es país para viejos (2008). 

Pero el actor había decidido tomarse un año de descanso tras rodar varias películas consecutivas. “Con Rob Marshall, con el que terminé trabajando en la versión cinematográfica en imagen real de La sirenita tuve un escarceo en Nine, para un papel que al final bordó el grandísimo Daniel Day Lewis. Tuvimos entonces la oportunidad de trabajar juntos, pero al final no se pudo concretar”.

Entonces surgieron otros posibles “Guidos”, como George Clooney y Johnny Depp, hasta dar con el nombre definitivo, y sorprendente. Daniel Day Lewis tenía en ese momento dos Oscar (por Mi pie izquierdo en 1990 y Pozos de ambición en 2008) y un prestigio acentuado por su decisión de seleccionar los proyectos con mucho cuidado y tomándose su tiempo. Le gustó Nine y aceptó. 

Como curiosidad hay que apuntar que Day-Lewis y Bardem habían ganado el Oscar la misma noche, así que se conocían. Como se conocían Daniel y Judi Dench. Ambos coincidieron en el escenario en una producción de 1989 de Hamlet. Fue cuando el actor sufrió una crisis durante una escena y abandonó abruptamente el escenario para nunca regresar. Antes de que comenzara el rodaje de Nine, Day-Lewis le envió a Dench una nota que decía: «Prometo que esta vez no te voy a abandonar».

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