El método Keaton

Michael Keaton tiene 73 años y James Marsden 51. Ambos nacieron en el mes de septiembre y en El método Knox (Knox Goes Away) interpretan a un padre y a un hijo que llevan años sin hablarse. Uno puede entender ese distanciamiento si descubre en los primeros minutos de la película que John “Aristóteles” Knox (Keaton) es un implacable y frío asesino a sueldo (aunque nos vamos enterando que sólo mata a la gentuza). Lo siguiente que descubrimos es que el hijo, Miles, casado y padre de una adolescente de 16 años, se ha metido en un buen lío: ha asesinado a un malnacido. Una cocina salpicada de sangre, la escena de un crimen horrible, un cuerpo apuñalado 17 veces. La víctima es un racista de una hermandad aria que además se divierte seduciendo a niñas, una de ellas la hija de Miles, a la que ha dejado embarazada. Miles, ensangrentado, pide ayuda a su padre, pero no hay mucho tiempo. John Knox sufre una enfermedad poco frecuente, Creutzfeldt-Jakob (ECJ), similar al Alzheimer, pero de avance mucho más rápido. En tan sólo unas pocas semanas, Knox perderá la memoria por completo. Pero hay un plan, una ingeniosa puesta en escena. El protagonista llama a su gran amigo Xavier (Al Pacino), también delincuente, para que lo ayude a no cometer ningún error teniendo en cuenta que está empezando a olvidar. Todo el asunto que preparan dejará desconcertada a la sagaz detective encargada del caso (Suzy Nakamura).

Al Pacino tiene 84 años y es tan generoso que se pone años encima para interpretar a Xavier Crane, un sabio delincuente que en un momento dado se define como “un viejo ladrón de casi 90 años”.

El método Knox es la segunda película como director de Michael Keaton. El actor leyó el guion de Gregory Poirier hace años y de vez en cuando se acordaba de él y lo hojeaba. La última vez que lo hizo, decidió que iba a protagonizar y dirigir la película. La historia no encaja en ninguna categoría. Puede ser cine negro, comedia macabra o drama familiar. “No encaja en una sola categoría. Entonces me di cuenta de que eso era exactamente lo que me gustaba: que no encajara en ninguna categoría”. El resultado es un ejercicio profundamente melancólico, preparado a fuego lento, como ha hecho, aunque las tramas no tengan nada que ver, Oriol Paulo en La última noche en Tremor.

Además, los amantes del cine negro van a disfrutar porque Keaton se ha aprendido la lección y ha hecho los deberes. El sueño eterno (1946), Extraños en un tren (1951), Chinatown (1974), Un largo adiós (1973), Sangre fácil (1984). La historia de este hombre que se queda sin tiempo rememora con éxito películas del pasado.

La película se rodó en 25 días, nada de ensayos y nada de largas charlas. Aunque la complejidad de la historia exigía que los acontecimientos se desarrollaran con todo detalle. “Era una producción muy complicada. Por eso la llamaba la película “Jenga”. Si sacas una pieza, la historia se desmorona” explica Keaton.

Michael Keaton y Al Pacino. Michael Keaton y Marcia Gay Harden, que interpreta a su exmujer y sólo necesita una escena para clavar su personaje. Y Michael Keaton y James Marsden contratado inmediatamente después de una llamada vía Zoom.

El actor estaba entusiasmado por trabajar con Keaton, uno de sus héroes desde que era niño. “Es uno de esos actores emblemáticos. Tuve que dejar a un lado al pequeño fan y recordarme: oye, estás aquí por una razón y él te quiere aquí”.

“Todas las mañanas cuando me levantaba y veía el nombre de Al y el de Marcia en el plan de rodaje era como un regalo que nos esperaba todos los días. No hay nada como contar historias y no hay nada como las imágenes en movimiento y lo que puedes expresar sin decir una palabra. Esa es mi parte favorita. Pero de lo que más orgulloso estoy es de estos increíbles actores que han dado vida a sus personajes. Estoy muy agradecido por haber trabajado con ellos”, termina Keaton.

El método Knox se estrena el 8 de noviembre.

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