La mala noticia es que esta será la primera película de la serie Rocky/Creed que no tiene a Sylvester Stallone como Rocky Balboa. La buena, que la saga crece, tanto en taquilla como en calidad, y cada vez gusta más. Ya lo anunció el propio Stallone en su Instagram: Rocky Balboa no vuelve en Creed III. “El director Ryan Coogler me convenció para estar en el primer Creed, y me quedé en el segundo, pero ahora, la historia de Rocky se ha completado, y la historia de Adonis Creed continua”.
Pero la despedida ha sido algo más amarga de lo que quiere dar a entender el actor. Sylvester Stallone largó de lo lindo en The Hollywood Reporter y definió la situación como lamentable. Stallone se quejaba de la dirección que había tomado la saga, muy diferente a la que él hubiera elegido. “La filosofía del productor Irwin Winkler y Michael B. Jordan es diferente a la mía. Les deseo lo mejor, pero yo soy más sentimental. Me gusta que mis héroes sean golpeados, pero no quiero que entren en espacios oscuros porque siento que la gente ya tiene suficiente oscuridad”.
Stallone también reveló en la entrevista que a pesar de haber creado a Rocky Balboa, nunca ha tenido ningún derecho sobre el personaje. El actor lo justifica en que en ese momento (cuando el primer Rocky, 1976) “estaba tan emocionado con el mero hecho de poder trabajar, que no me preocupé de ese tema. Además, no entendía que esto es por encima de todo un negocio. ¿Quién iba a pensar que Rocky duraría otros 45 años? La gran ironía de todo este asunto es que no tengo ningún derecho sobre Rocky. Las personas que literalmente no han hecho nada son las que lo controlan. No soy productor ejecutivo de las películas de Creed. Ryan Coogler lo es. Michael B. Jordan lo es. Los hijos [de Winkler y su colega productor Robert Chartoff, los dos hombres que subieron junto a Stallone a recoger el Oscar a la mejor película de 1976] lo son. Soy el único que se ha quedado fuera”.
Hay que recordar que el guion de Rocky (1976), la película que hizo historia y arrancó esta saga lo escribió Stallone sólo y sin ayuda de nadie.
Ahora las riendas las tiene Michael B. Jordan, uno de los jóvenes actores con más poder en Hollywood. La película es de él como director y protagonista. Michael sube como la espuma y Adonis, su personaje, también. El boxeador ha prosperado tanto en su carrera como en su vida familiar, pero pronto llegan los problemas en la figura de un amigo de la infancia y ex campeón de boxeo. Se llama Damian (Jonathan Majors), y reaparece después de cumplir una larga condena en prisión.
