La actriz interpreta a Tess en Fast & Furious X, un miembro de la Agencia que decidió pasarse al otro bando y echa una mano a Dom.
Ganó el Oscar el mismo año en que también estaban nominadas Charlotte Rampling, Cate Blanchett, Jennifer Lawrence y Saoirse Ronan. Casi nada. Perro Brie Larson (Sacramento, 1989) está tan conmovedora y tan impecable como la madre de La habitación (2015), que se llevó el premio como favorita desde el minuto uno.
Ya ha pasado mucho desde que subió a recoger el Oscar y ahora Brie Larson es una estrella. Ha entrado en el universo más taquillero del cine moderno con su Capitana Marvel (2019) y ahora puede elegir y hacer lo que más le divierta, porque ya ha demostrado de lo que es capaz.
Por eso cuando le ofrecieron entrar en la franquicia Fast & Furious no se lo pensó. “Cuando supe que tenía la oportunidad de formar parte de la familia Fast empecé a corretear por mi casa dando grititos. Hace años que quiero trabajar en la franquicia, es un sueño hecho realidad. Este tipo de películas son las que te hacen querer ir al cine con la familia y, personalmente, me parece importante. Mi familia y mis amigos están asombrados, por fin creen que soy genial. Al poco de que me dieran el papel, Vin me invitó a cenar a su casa con su familia. Conocí a sus hijos y me hizo sentir que ya era parte del equipo. Es un proceso para Vin y creo que la sensación de familia cuando estamos en el plató se debe sobre todo a él. De hecho, basé gran parte de mi personaje en su hija”.
Sobre Tess, su personaje, la actriz comenta: “Cuando la conocemos, trabaja en la Agencia, donde lucha para defender a la familia Toretto a pesar de unos puntos de vista bastante alejados. Hay una escena muy intensa donde deja clara su opinión ante Aimes, el director de la Agencia (Alan Ritchson), para quien la familia Toretto no es más que un culto con coches. Es un momento muy intenso que marca el tono de su recorrido en la película”.
Ella es uno de los fichajes estrella de esta nueva película, una recién llegada a la que todos recibieron con los brazos abiertos. “No me lo esperaba. Fue inmediato, todos me invitaron a cenar, a las barbacoas familiares, a todo. Me divertí mucho, se llevan muy bien después de tantos años juntos y existe un vínculo entre ellos. Era la nueva en clase y estaba encantada de sentarme con ellos y hacerles todo tipo de preguntas”.