Es el actor del momento gracias a los estrenos consecutivos de dos de las películas más esperadas de 2024: Kraven The Hunter y Nosferatu. Pero es que, además, este inglés de 1990, se asomará al 2025 con la esperadísima 28 Years Later, que continua la saga de zombis creada por Danny Boyle. También con el thriller de suspense Blood of Snow, donde Tom Hardy y él se enfrentan en una retorcida aventura donde un asesino a sueldo se enamora de su objetivo, sin saber que es la esposa del hombre que le ha contratado. La película está dirigida por Cary Joji Fukunaga, el último director que ha tenido James Bond, un personaje que puede ser suyo si hacemos caso a extraños rumores.
Pero por encima de todo, Aaron Taylor-Johnson es un excelente actor, un camaleón que cambia de aspecto en cada nueva película, hasta el punto de que es difícil seguirle la pista.
Con 12 años debutó en el cine. En la comedia de acción Los rebeldes de Shanghai (2003) tenía como compañeros de reparto a dos estrellas de la época, Jackie Chan y Owen Wilson. “Desde niño todo el mundo me repetía que tenía que preparar otra salida por si lo de la interpretación no salía, un plan de respaldo, pero lo cierto es que lo único que siempre quise hacer fue actuar. Para mí no había plan B”.
Con Georgia Groome en la comedia adolescente que aquí se llamó Mi gato Angus, el primer morreo y el plasta de mi padre (Angus, Thongs and Perfect Snogging) (2008). Ella era la protagonista, una chica de 14 años que escribe un diario sobre todo lo que le pasa.
Su primer gran éxito, Kick-Ass: Listo para machacar (2010), la muy gamberra y muy taquillera aventura de un estudiante de instituto pardillo que adora los cómics y un día decide convertirse en superhéroe.
En Salvajes (2012) formaba un tórrido triángulo junto a Taylor Kitsch y Blake Lively. Una película de Oliver Stone sobre tres jóvenes que se meten en el mundo del tráfico de drogas que se mereció mucha mejor suerte de la que tuvo.
En la inevitable secuela de Kick-Ass (2013).
Anna Karenina (2012) un paso enorme en su carrera y la posibilidad de trabajar con Jude Law y Keira Knightley.
Como John Lennon en Nowhere Boy (2009), una película clave en su carrera porque ahí conoció a su mujer, la directora del film Sam Taylor-Johnson, 23 años mayor que él.
Izquierda: en The Wall (2017) estaba en pantalla sólo con John Cena, dos soldados estadounidenses acorralados por un francotirador. Fue Pietro Maximoff / Quicksilver en Capitán América: El soldado de invierno (2014), en una aparición sin acreditar, y Vengadores: La era de Ultrón (2015).
Su mejor interpretación hasta la fecha, en la sensacional Animales Nocturnos (2016), de Tom Ford, donde era un psicópata al estilo Charles Manson, una inquietante interpretación que le valió el Globo de Oro al Mejor Actor de Reparto, aunque luego no recibió una nominación al Oscar, una anomalía que sólo ha ocurrido en siete ocasiones.
Con Elizabeth Olsen en Godzilla (2014), pase de oro al cine de catástrofes.
Con En mil pedazos (A Million Little Pieces) (2018) confió en su mujer, la directora de la película, y se lanzó de cabeza para interpretar a un adicto a las drogas al límite de todo y los dos meses de dramática desintoxicación. Seguramente, si le preguntan por su película favorita, dirá esta.
En Bullet Train (2022) se medía con Brad Pitt y salía airoso.
La película que si todo sale bien le convertirá en una estrella. Kraven El Cazador pertenece al universo Spider-Man, en expansión con este ruso supervillano enemigo eterno del Hombre Araña donde Aaron seguirá la estela de Tom Hardy en la saga Venom y Jared Leto en Morbius.
